Cuando William Jones hace más de 250 años compuso en latín su poema "Caissa" estaba muy lejos de suponer que un amante del Ajedrez con mayúsculas, José Luis Torrego, con una sabia mezcla de inspiración y amor ,besaría la frente de la diosa dormida para que insuflara de magia y hechizo las páginas de su libro.
Algunos creen que un ajedrecista es simplemente un jugador que ,con mayor o menor destreza, logra vencer a su oponente y mide el valor de sus méritos mediante una escala ,mediante su "Elo".
Otros ,entre los que me incluyo ,pensamos que nuestro juego forma un universo tan amplio que trasciende de su fin mismo y se eleva hacia alturas que superan con mucho su vertiente deportiva.
Cuando una obra de Ajedrez te atrapa de la manera que "3 peones negros en séptima " lo hace la sensibilidad del lector golpea su ánimo de tal manera que ,al leer cada página ,uno siente que se adentra en un lugar soñado del que se resiste a salir.
El magistral prólogo de Antonio Gude ,maestro de maestros ,no puede ser más acertado "su lectura nos acerca a un estado que se parece mucho a la felicidad".
En apenas dos horas he sentido la fuerza de Deschapelles , la bravura de De Labourdonnais ,la impotencia de MacDonnell ,la constancia de Walker ,el ingenio de Anderssen , el magisterio de Hamppe, el renacer de Steiniz.
Creo que tengo cierta autoridad ,en lo que se refiere a la literatura ajedrecistica, y centenares de libros me rodean como centinelas de esta pasión inveterada que hace medio siglo me acompaña...pero son contados los que me atraen con una fuerza telúrica ,inmensa , imposible de domeñar.
Pues bien ,estos tres peones en séptima han coronado con tal brillantez que sé, con apodíctica certeza, que volveré a verlos horizontales ,orgullosos ,amenazantes , y con el bastón de mariscal a punto de ser recogido en esa octava fila final ,muchas veces en mi vida.
Gracias por tu originalidad , por tu verbo certero y por haber jugado una auténtica partida inmortal que perdurará en el tiempo como la joya que sin lugar a duda es , un regalo para todo aquel que se considere ajedrecista.